Utilizá neumáticos de bajo consumo de combustible y con baja resistencia al rodamiento.
Revisá la presión de tus neumáticos regularmente.
Podés mejorar entre 1 y 2% el rendimiento del combustible si utilizas el grado de aceite de motor recomendado por el fabricante del vehículo
Evitá los arranques rápidos – una aceleración brusca puede reducir el rendimiento del combustible hasta en 33%
Estacioná en la sombra. Las altas temperaturas del verano causan un aumento en las emisiones producidas por la evaporación.
Estas simples acciones pueden ayudarte a usar menos combustible.
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